lunes, 27 de diciembre de 2010

Gastad, gastad, malditos

Acaba de pasar la Nochebuena y a pesar de mis años sigo sin entender bien lo que se pretende en estos días. La lógica me dice que festejar está bien pero ¿ponerse mal de un atracón? La mayoría de la gente que conozco el 25 de diciembre ¡están taaaan malitos! Hay que comer y beber en exceso, aunque luego lo vomitemos o enfermemos. Alucinante. Que me expliquen dónde está el placer.
Lo mismo cabe decir de los alimentos que se comen en estas fiestas. Por las cantidades pareciera que no hemos ingerido nada durante semanas y se preparan platos y platos que de antemano se sabe que no serán consumidos por nadie. Pero que no falte de ná. Y por la calidad... perdón, quiero decir por el precio, hay que comprar alimentos caros. Aunque sean poco sanos o difíciles de digerir, pese a que nos arruinen o sintamos estafados...¡Hombre, en estas fechas, lo que sea menester! Pero hermoso, si no es menester nada especial. Hala, mariscos (¿sabíais que ahora, cuando se habla de buey, nadie piensa en un toro castrado?), corderos, pavos, jamones, besugos... pero por favor, yo quiero unos huevos fritos, a ser posible con pimientos, que es lo que mas me gusta del mundo mundial...pero no, Chelete, qué cosas tienes. ¿Cómo vas a comer eso una noche como esta? ¡A comer mariscos, y si te sientan mal...¡Pero si eso es imposible, con lo ricos que están! De la bebida casi que mejor no hablo. No sólo por las borracheras sino por hacer olvidar que en boca cerrada no entran moscas. Navidad, Navidad, dulce navidad...si no fuera porque hay que aguantar a suegr@s, cuñaaaa@s y otras parentelas políticas e incluso de la sangre. ¡Eso sí que es el carbón de los Reyes Magos y no con el que se amenaza a los niños malos!Y qué deciros de los regalos... Ya no es suficiente regalar el día de Reyes, no. También hay que festejar a Papá Noel. Curiosamente, cuanta menos fé hay, mas se celebran personajes ficticios o míticos. Pues mira, puestos a elegir, prefiero celebrar al Capitán Trueno, que es español.
Los regalos propiamente dichos. Este año no he regalado NADA. Miento, dos rebecas a mi mamuchi. Mi hermana se ha conformado a pesar de lo que le gusta que se le compren cosas. He tenido suerte. Accidentalmente se ha enterado que me quedaban 55 € para acabar el año y se ha conformado. ¡La primera y única ventaja que le encuentro a ser pobre! Yo he pedido bragas. Poco poético pero muy práctico, como yo misma. Me han traído montoooones. La talla no la digo. Los que me conocen ya se la imaginan...

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